La Tokita lanzó una ráfaga de arañazos contra las mejillas perfectas de la Jonática, dejando horribles surcos en su piel. La Jonática, enfurecida, retrocedió y saltó hacia adelante con una patada directa al estómago de la Tokita, que se quedó sin aire un par de segundos, los cuales la Jonática aprovechó para sacar el disco que acababa de comprar y lanzárselo. Ésta logró esquivarlo a tiempo y regresarlo con una patada, cayendo el disco en el lado derecho del vientre de la Jonática y haciendo un profundo corte. La Jonática lanzó improperios y gritó "Hold On!". Al instante, el tiempo se detuvo, excepto para la Jonática, que comenzó a golpear a la indefensa Tokita. Al cabo de un par de segundos, la Tokita pudo volver a moverse -no sin un dolor terrible en todo el cuerpo- y no dudó en gritar "1000 Meere", con lo que la tierra comenzó a sacudirse y pronto la Jonática pudo ver una ola gigante viniendo en su dirección. La ciudad quedó inundada y la Tokita sonrió desde un edificio alto, confiada, sin sospechar que, pisos más abajo, la Jonática había logrado entrar por una de las ventanas antes de ahogarse. Sin hacer ruido, la Jonática entró a donde estaba la Tokita y la sorprendió, gritando "Burning Up". Bolas de fuego comenzaron a caer del cielo, dirigidas a la Tokita, que hábilmente las esquivaba, aunque por poco. La Jonática aprovechó su distracción para arremeter contra ella, pero la Tokita la vio a tiempo, la cogió y la lanzó contra una de sus propias bolas de fuego. La Jonática voló por los aires, encendida en llamas, pero la salvó caer a la ciudad inundada. Rápidamente, salió a flote, pero la Tokita no le dio tiempo ni de recuperar el aliento, sino que, tranquilamente, dijo "Der Letzte Tag". El cielo se tornó negro y se abrió para dar paso a la Lanza de Odín, que bajó en forma de un rayo dorado que acabó con la Jonática y con toda la vida en un radio de diez kilómetros -excepto con la de las Tokitas, claro.
Muy bien, ya terminé de sentirme degradado. Muy pronto, un post de calidad.
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