8.03.2015

The Call

Todas las historias de aventura comienzan con algo conocido como "la llamada de la aventura", un evento que le presenta un problema o desafío al héroe, lo cual termina haciendo que inicie su viaje.

En este caso, la llamada de Cer fue una llamada literal, del tipo telefónica.

Miró indeciso, durante varios segundos, la pantalla de su celular. El número estaba guardado como "No contestes. NUNCA.", lo cual le pareció algo inmaduro de su parte, pero se justificó recordando cómo se sentía hace un par de años, cuando cambió el nombre original: Mara. De cualquier forma, si fuera por él, simplemente ya habría borrado el número, solo que, como no lo había visto desde aquella época, lo olvidó.

En la última timbrada, contestó. Guardó silencio.

-¿Cer? ¿Aló?

No. No podía volver a responderle a esa voz aguda y melosa.

-Cer... ¿Aló?, ¿me escuchas?

O tal vez sí. Si respiraba hondo y se esforzaba...

-Hey.
-Hola, ¿cómo estás?
-Bien... Mira, me imagino que esto debe de ser extraño para ti, así que te diré de frente para qué te llamé.
-Necesitas un favor.
-¿Por qué asumes eso?
-¿Para qué más me llamarías?
-¿En serio así piensas de mí?
-Soy tu ex. Y por eso mismo creo que te conozco como para saber por qué me llamas.
-No empieces... Pero sí, necesito un favor.
-¿Ves?

Cer dibuja media sonrisa en su rostro al escuchar el suspiro de Mara al otro lado.

-Bueno, ¿cómo te ayudo?
-¿Te acuerdas de... esa historia que escribiste sobre mí? En la que... era una princesa.
-Sí... (Una de las peores cosas que he escrito, cómo olvidarla).
-Creo que se está cumpliendo... ¿Aló?
-No.
-¿No qué?
-¡No me vengas! ¿A qué estás jugando?
-Tranquilo. No lo tomes tan literal, no es que me esté convirtiendo en una princesa... Pero, ¿te acuerdas cómo comenzaba? La consejera real intentaba advertirle al rey de algún peligro. Bueno, mi abuela ha estado muy preocupada estos días.
-¿Y ha hablado con tu papá?
-Sí, pero no le hace caso... Como en tu historia.
-Eso... es demasiado general. ¿Cómo vas a decir que mi historia se está volviendo realidad solo por ver preocupada a tu abuela? Quédate tranquila, no va a pasar nada...
-Sí, yo también pensé que no tenía nada que ver. De hecho, hasta ese momento ni se me había pasado tu cuento por la cabeza. Pero ahora en la mañana le pregunté qué pasaba, y me dijo que alguien nos estaba acechando.
-¿Qué... ¿Lo dijo así, con esas palabras, "Nos está acechando"? ¿No crees que haya podido leer la historia en algún momento o algo?
-¿Y por qué me asustaría así mi abuela si la hubiera leído?
-No sé... Ella... ¿está bien? O sea, no sé, ya es bien mayor, ¿no?
-Mi abuela no está loca, Cer -su voz fue profunda y grave en aquella frase.
-Perdón. Pero es que no entiendo, no se me ocurre otra explicación. Además, tendría algo de sentido, porque hasta ahora ella ha hecho todo. Si pasara algo de la historia que no esté bajo su control, comenzaría a considerar la posibilidad de que mi historia... se esté haciendo realidad.
-Cer, lo siguiente que pasa que no tiene que ver con la consejera real es que todos desaparecen durante un banquete real. No voy a esperar a que...
-¡Exacto! ¿De verdad crees que toda tu familia va a desaparecer en el aire de la nada?
-Hay una reunión familiar este fin de semana en mi casa...
-Espera al día de la reunión. Vas a ver que no va a pasar nada y vas a dejar de pensar huevadas.
-Pero mi abuela dijo exactamente lo que dijo la consejera.
-¿Y no te parece demasiada coincidencia? Te apuesto lo que quieras a que ha leído la historia. Y ya, no está loca, pero fácil te está haciendo una broma pesada.

Por primera vez, desde que comenzó la conversación, Mara se quedó sin algo que responder, y la línea quedó en silencio.

-Bueno, sí... A mí tampoco se me ocurre otra explicación. Y no, no creo que mi familia vaya a desaparecer en el aire... eso sería muy tonto.

Había algo deprimente en la voz derrotada de Mara que hizo a Cer hablar compasivo en vez de triunfante.

-Tranquila... No te estreses más con eso. Vas a ver que todo va a estar bien.
-Sí. Perdón por llamarte.
-No, no te preocupes... para eso están los amigos.
-¿Ahora somos amigos?
-¿Por qué no? ¿No dijimos que íbamos a quedar como amigos?
-Eso es lo que siempre se dice...
-Mira, solo ten en cuenta que puedes contar conmigo (Cer, ¿qué estás haciendo?), la oferta está ahí.
-Bueno..., gracias.

¿Cómo terminas una conversación así? Si dices "Estamos hablando", indicas que quieres volver a hablar. Peor si dices "Nos vemos". Solamente... "Adiós"?

-De nada. Adiós.
-Cuídate. Chau.

Sí, al parecer, solamente eso.