5.16.2018

-El invierno es perfecto para enamorarse.
-¿Esa no era la primavera?
-¿De verdad crees que tenemos primavera? Solo tenemos frío, calor y un par de meses extraños en los que cada día es una sorpresa.
-Pero igual hay una época en la que las flores... florecen. ¿No?
-Sí, pero...
-Y otra en la que las hojas se secan y se caen y te la pasas pisándolas para escuchar el crujir, ¿no?
-Sí...
-Entonces hay primavera y otoño.

La mira de reojo antes de replicar.

-Pero ese no es el punto. Ni las flores ni las hojas secas hacen que una estación sea perfecta para enamorarse.
-¿Entonces qué?

Levanta la mirada hacia el horizonte borroso, hacia el malecón al final de la avenida por la que caminan, desde donde van a poder ver el mar, y se llena los ojos de frío.

-La niebla.