10.27.2009

En clase

Porque hoy odio a todos.
Pero tengo que resistir, no falta mucho para la salida. Después va a ser todo más fácil.
Al final, es mi culpa. Es mi culpa por esperar tanto de los demás. Ni de mis amigos -los que yo considero mis amigos- debería esperar mucho.
Tal vez Jose tiene razón y dependo mucho de los demás. No debería, no debería esperar que nadie se preocupe por mí. Ahora lo entiendo, lo que él hace no lo hace para demostrar que no depende de los demás, sino como ejercicio para no hacerlo luego, cuando sea más importante.
Y Chyntia tiene razón: nadie va a buscarme ni tiene por qué hacerlo. A veces me da rabia que tenga tanta razón, pero qué se va a hacer, así son las cosas. Como dije: habrá que acostumbrarse a la soledad -la profunda- o hacernos compañía entre solitarios.
Digo la profunda porque no es física. Interactuar con unas cuarenta personas a diario no significa no estar solo. Incluso saber que eres apreciado y que hay gente que te considera su amigo tampoco significa no estar solo; de hecho, creo que eso último hace de la soledad algo peor, porque es como:
"Te aprecio mucho y en verdad espero lo mejor para ti..., ¡pero piérdete, me aburres!". Es decir, si alguien te cae bien, lo buscas, ¿no? Y si no, no significa que no lo aprecies, pero sabes que siempre hay alguien con quien te vas a divertir más.
"Te quiero" sí, como digas. Entonces soy querido... genial, pero aún me siento solo.

Por lo menos escribo bien con estas huevadas en la cabeza.

No hay comentarios: