4.12.2009

La Canción de Lidia

"¿Dónde está, dónde está?" pensaba mientras la buscaba en la infinidad de canciones de su computadora. "Aquí está" la canción comenzó a tocar.
"En verdad la letra no tiene mucho que ver con ella. Pero esta es la canción que sonaba por la radio aquel día que fui a su casa. Creo que fue la primera vez que fui sólo yo y sólo para visitarla. Claro, me hizo pasar. Le dije que esa canción era una de mis favoritas, pero mentí; sólo es una más de las que suelo escuchar. Me dijo que nunca la había escuchado" se esbozó una sonrisa en su rostro. "No conversamos mucho, la verdad, sólo le dije un par de cosas triviales mientras me debatía entre decírselo o no. Creo que ella ya lo veía venir, lo pude ver su mirada: se sentía incómoda y halagada al mismo tiempo. Me pregunté si ya lo habría sabido desde antes... Entonces decidí despejar la mente. Había ido para una y sólo una cosa, y estaba dispuesto a decírsela. Después de todo, nunca habíamos sido tan unidos como para estar arriesgando una gran amistad al hacerlo. Me duele... me duele pensar que nunca fuimos tan amigos, es decir, sí, nos reíamos juntos, parábamos con el mismo grupo, pero ahí quedaba. Creo que fue lo clásico: "Lidia, me gustas mucho" así, simple, sin adornos: sinceridad pura. Ella se quedó en silencio y desvió la mirada. Ahí yo lo vi venir, vi venir su respuesta. Respiró hondo y sólo dijo: "No... Perdón" Su mirada ya había regresado a la mía, se veía arrepentida, no pude entender por qué. Le sonreí y suavemente le dije que no se preocupara". En ese momento la canción terminó, y él la volvió a poner.
"Y esta canción me hace recordarlo todo. Sin embargo, la escucho todos los días, se ha vuelto parte de mi. Es la canción de Lidia".

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