12.27.2009

-Y, ¿cómo estás?
-Ya sabes..., ¿tú?
-Bien... Jajajajaja...
-¿Qué?
-Me das risa.
-Es que nunca tuve un amigo imaginario, no sé como tenerlo ahora.
-Ehem, amiga.
-Eso. A lo que estoy acostumbrado es a hablar conmigo mismo. El otro yo.
-Sí, me he dado cuenta..., pero créeme, uno de ti es suficiente dentro de tu mente.
-Tal vez..., supongo que para eso estás.
-¿Cómo podría yo ayudar en eso?
-Ya pensaremos en algo...
-Ya pensaremos... Siempre pensando tú.
-Quiero que ella me piense.
-Ya comenzamos...
-No jodas, tú ni siquiera te has enamorado.
-Claro que sí, de ti, idiota.
-¡Por favor! Solo me estabas mirando en el maldito micro, eso es, con las justas, interesarse en mí. Ni siquiera gustarte.
-Pero es lo más lejos que has llegado, ¿no?
-...sí, supongo que sí.
-Jajajajajaja...
-¿Sabes qué? VETE A LA MIERDA.
-Está bien, está bien, regresaré a tu mente.
-...

1 comentario:

M. dijo...

estas quemado jaja