Estaba sentado en el sillón de la sala con la luz apagada, solo entraba un poco de luz del foco de afuera por la ventana, pero era a penas lo necesario para poder ver. Ella estaba echada a mi costado y, mientras yo la acariciaba, sabía, sentía que ella estaba demasiado feliz en ese momento; a pesar de que otras veces jugamos y ella salta, corre y mueve la cola, esta vez era más feliz, simplemente estando conmigo. Ella también es celosa. Es miedosa, pero la mayoría de veces se comporta con valentía, ladrando a pesar de saber que no puede hacer mucho, pareciera que no le gusta mostrarse débil. Solo huye cuando esta ante algo desconocido o cuando cree que está en riesgo. Es muy cariñosa conmigo y me sigue a todos lados, incluso deja de comer para subir conmigo; solo tengo que llamarla para que venga a mí, es fiel. No está acostumbrada a socializar, por eso solo nos ha agarrado cariño a unas pocas personas. De lo que no tiene miedo es de demostrar que me necesita.
De hecho, pienso que ella es increíble, tal vez mejor que yo; después de todo, es un animal, no conoce maldad, no tiene culpa, es más pura que yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario