Rescatando a: "Dementia"

Una ráfaga de aceite cortó los pétalos moribundos
que yacían sobre su cabeza sin sentido, trazada
sobre el yeso resquebrajado, lleno de hediondos
hongos, restos de la salvación ahora destrozada.
Y ella estaba ahí.

Disparó los botones de plata hacia la noche
mayor, cálida, confusa, pero la bruja roja
los atrapó y lo guió con solo un reproche
hacia la bohemia, con una pierna coja.
Y ella, escondida, estaba ahí.

Los estruendos potentes resonaron por la esfera,
ambigua la idea salió con una patada soñadora
y perezosa, sin saber que no había quien cogiera
lo suficiente de ella para crear lo que él adora.
Y ella, musa, estaba ahí.

Oscuro el hoyo no reposaba, seguía, degenerativo
engulliendo la tinta y la letra con sadismo
vaciando el cántaro de brea con su signo el altivo
sin prever su colapso, el fin del escapismo.
Y ella, sin sentido, estaba ahí.

Cogiendo el polvo de pintura guinda de los cuadros
de un Louvre decapitado, al revés, sin autores,
ensayó como un niño a hacer garabatos macabros,
razones horrorsas solamente para los no actores.
Y ella, divertida, estaba ahí.

Y, cogiéndola, le gritó dos plumas y un bufón,
la abrazó y le escupió ocho letras vagas.
Le aconsejó que apreciase con mucha atención
su más ridícula creación vestida de alhajas.
Y ella, obediente, estaba ahí.

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Lo rescaté de mi anterior blog. Quemé buenazo escribiéndolo y es también una de las mejores cosas que creo que he escrito. Tal vez luego rescate algunas otras. Le puse Dementia porque me pareció que iba bien con el estilo, no tanto con el contenido -no se me hubiera ocurrido un buen título que tenga que ver con el contenido-.