En efecto, hasta la fecha, todos los bebés nacían convertidos, como monstruos.
En efecto, el virus se encontraba en cada ser humano vivo o convertido.
En efecto, la raza humana tenía muy pocas esperanzas.
Green corrió al baño con una mano sobre la boca. Clay la siguió preocupada.
-¿Qué has comido últimamente?
-La verdad -respondió sonriendo-, de todo; se me antoja cada cosa que no tienes idea...
-Green...
***Meses después***
Clay y Faer se encontraban afuera del pequeño cuarto que había sido improvisado como sala de partos y discutían con un grupo de refugiados.
-Ese bebé va a salir como los otros que hemos visto. Debieron haberse deshecho de él desde el principio.
-Aún no lo sabemos. Además ella es la madre, estuvo en sus manos decidir qué hacer -repuso Faer.
-Terminaremos perdiéndola a ella también. Quién sabe, podría estar poniéndonos a todos en riesgo.
-Ten un poco de fe -dijo Clay con su típica voz calmada-. Solo un poco.
El doctor del refugio salió del cuarto y todos se callaron. Este se veía muy confundido.
-No solo está sano... Quiero decir, aún tenemos que hacerle pruebas a fondo pero... al parecer también está limpio, es inmune...
Nadie pudo decir nada. A Clay solo se le llenaron los ojos de lágrimas. El doctor volvió a hablar:
-Oh y es un niño.
En efecto, hay un motivo por el que cada uno de nosotros está vivo.
2 comentarios:
Genial genial genial GRAN FINAL :)
Gracias :) ya estoy pensando mi siguiente historia xd
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