3.20.2011

This is where you meet your new rulers.

Pronto, los astutos pobladores de Delaran estaban en las calles, con antorchas improvisadas o linternas, desfilando hacia las afueras de la ciudad, a donde la luz de la luna sí llegaba. Muchos de ellos llevaban carpas y provisiones. Y en el camino, junto a ellos, habían figuras encapuchadas de negro, pero estas se quedaron en la entrada de la ciudad, como esperando.

Al parecer, todo aparato electrónico, incluyendo simples relojes digitales, había dejado de funcionar; sin embargo, artefactos simples, como linternas y relojes de manecilla, funcionaban bien. Luego de un rato de experimentar con lo que tenía a la mano, David se dio cuenta de los dos problemas: primero, la fuente de energía; solo las baterías podían hacer funcionar ciertos aparatos debido a que estas producían energía mediante una reacción química. Segundo, la complejidad del objeto; cualquier cosa con circuitos era completamente inservible; mientras que simples máquinas mecánicas funcionaban perfectamente.

Ahora, la realidad de Delaran era la siguiente: absolutamente todos los sistemas de la ciudad estaban controlados por sistemas electrónicos, desde el reparto de agua hasta los medios de comunicación; las baterías químicas eran casi imposibles de encontrar debido a que eran consideradas muy contaminantes y habían sido reemplazadas por celdas eléctricas recargables, mucho más pequeñas y eficientes. El petróleo altamente refinado que se utilizaba para ciertas máquinas tampoco proporcionaba energía, al igual que la planta eléctrica al lado del río y los paneles solares con energía almacenada. La ciudad estaba muerta.

David y Mandy se mantuvieron junto a su grupo de amigos que por suerte no habían perdido de vista entre la multitud. Se mantuvieron cerca a la entrada norte de la ciudad y, en cuestión de pocas horas habían logrado hacer una pequeña fogata con lo que habían encontrado en el bosque, así como varios otros grupos de ciudadanos.

-No puedo creer que esté pasando esto -dijo Mandy.
-Yo tampoco... ¡no me lo explico! ¿Cómo puede ser que de la nada nuestra tecnología sea inservible?
-¿De dónde vamos a sacar comida...? -Mark había encontrado algo importante por lo que preocuparse.

Mandy se abrazó de David. Él la abrazó con el brazo derecho mientras se ponía la mano izquierda en la frente y miraba al cielo, probablemente era la primera vez que veía las estrellas directamente. Al bajar la vista pudo ver como trece figuras encapuchadas de negro entraban a la ciudad y eran recibidas por las que se habían quedado ahí. Una de las figuras volteó hacia David antes de entrar y a este casi le da un infarto. Aquel ser tenía un cuerpo humano, pero su cabeza parecía ser la de un león. Y es que, con medios mágicos, los antiguos antifaces de La Mascarada habían adquirido una apariencia extremadamente realista de sus respectivos animales, cubriendo toda la cabeza e incluso imitando movimiento facial y de labios. La máscara de Mari parecía una verdadera mariposa gigante posada en la cara de la chica. La máscara del Padrino seguía siendo blanca y sin expresión ni movimiento, pero ahora parecía ser parte de su piel y a través de los orificios para los ojos solo se veía negrura. El rededor de estos, así como los labios cerrados, estaban pintados de negro y habían dos pequeñas lineas curvas sobre los ojos, imitando delgadas cejas.

-¿Han... han visto eso?

Pero los acompañantes de David no habían estado prestando atención, aunque pronto lo harían.

Cerca de quince minutos pasaron y el cielo de Delaran se iluminó con lo que parecía ser un holograma proyectado desde el edificio de Radio Renacimiento, la estación oficial de la ciudad, el edificio más alto, situado en el centro de la ciudad.

Todos los ojos se posaron en la máscara blanca con detalles negros que se veía en el cielo.

-Buenas noches, ciudadanos de Delaran. Les habla el representante de La Familia. Como pueden haberse dado cuenta, ha tomado lugar un acontecimiento terrible: la tecnología que mantenía nuestra ciudad viva ha quedado inservible. Estoy seguro que esto ha causado diferentes problemas para muchos; de hecho, serviciales miembros de La Familia se encuentran ahora rescatando a varias personas que quedaron atrapadas debido a las cerraduras electrónicas y a ascensores.

>>Pero para eso estamos acá. Nosotros podemos devolverle la vida a esta ciudad, ya hemos comenzado a hacer los arreglos para lograrlo. Muy pronto, Delaran volverá a brillar y a estar llena de las comodidades y condiciones de vida que todos conocemos. ¡Y ustedes podrán disfrutar de ella! ...Por favor, acérquense a nuestros encargados en cualquiera de las tres entradas de la ciudad para negociar los precios.

La transmisión terminó abruptamente y los delarianos no sabían qué sentir. ¿Esperanza o miedo? De todas maneras tenían que acercarse.

En la entrada norte estaban León y Carnero junto a otros miembros de La Familia. Pronto hubo una multitud alrededor de ellos y acercárseles era increíblemente difícil, pero no fue necesario para que David, Mandy y sus amigos se enterasen del alto precio para vivir en la ciudad.

-Si no pueden pagar en dinero ni en propiedades, pueden hacerlo con trabajo -dijo Carnero ante las crecientes quejas.
-¿Qué clase de trabajo?
-Minería. Hay un mineral que necesitamos y se encuentra pasando el bosque del este, en las montañas en las cuales nacen los ríos Octubre y Otoño -respondió León con voz imponente.
-¡No pueden apropiarse de la ciudad!
-¡Esos hogares nos pertenecen!

Los delarianos comenzaban a agitarse y con razón. No tomó mucho para que quisieran entrar por el perímetro de la ciudad, pero fueron sorprendidos por gigantes de roca que lo patrullaban.

-¿Golems? ¿No pudiste ser un poco más original?
-Fue lo primero que se me vino a la mente. Además -agregó Carnero viendo como estos espantaban a la gente sin tener que si quiera tocarla-, cumplen su función muy bien.

El grupo de chicos se volvió a reunir alrededor de la fogata. Se agarraban las cabezas pensando en qué hacer, pero nada parecía una buena solución.

-Al parecer tendremos que ir a las minas -dijo Mark.
-¿Cómo supones que yo trabaje allá? -repuso Lía, una de las chicas del grupo.
-Estoy seguro que tu papá podrá hacerlo por ti.
-¿Y cómo esperas que lo encuentre, genio?
-¡Entonces propón otra solución!
-Entraré a la ciudad -interrumpió David.
-Incluso si lo logras, eso va a servir de poco -se opuso Mandy inmediatamente, consciente del peligro.
-Claro que sí. Si esos sujetos pueden revivir a Delaran y hacer estas cosas es porque tienen algo especial... o saben algo que nosotros no. Voy a conseguir ese algo.
-Estás mal... -trató de disuadirlo Mark- no solo es peligroso, sino también fantasioso. ¿Cómo planeas hacerle frente a esos tipos con las máscaras de animales si te los encuentras ahí adentro? ¡¿Cómo planeas quitarles su secreto?!
-Ya veré. Es lo mejor que puedo hacer; no voy a rendirme ante unos sujetos que creen que pueden venir y quitarnos la ciudad así no más.
-Entonces voy contigo -Mandy lo agarró del brazo. Él la miró a los ojos y se dio cuenta que iba a ser imposible que lo dejara ir solo. La abrazó.
-Está bien. Juntos somos invencibles. Pero vamos a necesitar su ayuda para entrar -se dirigió hacia el resto de su grupo. Solo quiero que distraigan a esos... golems para que podamos escabullirnos entre ellos.

El grupo se aseguró de estar lo suficientemente lejos de Carnero y León y puso su plan en marcha. David y Mandy se mantuvieron escondidos mientras el resto del grupo se dividía en dos y corría en direcciones opuestas, como si quisiera entrar. Con esto lograron captar la atención de ambos golems de la zona, los cuales siguieron a un grupo cada uno, dejando un espacio libre entre ellos para entrar. La pareja aprovechó la oportunidad y se lanzaron a la ciudad con antorchas en mano.

Uno de los golems llegó a ver como entraban a Delaran, pero solo tenía ordenes de permanecer en su sitio sin dejar que nadie pase, no de seguir a quien lo lograra.

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